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El golfo eludía la crisis financiero, pero no la caída de crudos. El segundo emirato en tamaño decidió sostener uno de sus mayores bancos. Entretanto, la RF compra papeles comerciales a docenas de entidades, otro problema para los contribuyentes.

Kuwait cortó por lo sano: garante todos los depósitos en su sistema financiero, aparte del rescate. Similares medidas adoptará esta misma semana Abú Dhabi, el más grande de los principados y cabeza de la Unión de emiratos árabes.

Más que la crisis occidental, pesa en toda la península –que abarca Saudiarabia, Omán y Yemén- la baja del petroleo: desde US$ 147,25 el barril al 11 de julio a 63,50 este viernes (57%), en el caso del tejano medio sobre Nueva York.

Pero Riyadh, adoptando un enfoque diferente al de la UEA, otros emiratos y el sultanato omaní, asigna US$ 2.300 millones para préstamos a deudores hipotecarios de bajos ingresos. En verdad, el reino ya había prometido líneas de crédito por US$ 40.000 millones a banco ilíquidos. En cambio, Abú Dhabi muestra signos de baja en precios inmobiliarios.

Existen factores específicos de la región. Por ejemplo, bancos y grandes empresas suelen ser propiedad total o parcial de reyes, sultanes o emires y sus nutridas familias.

Ello se origina en el viejo feudalismo árabe, tolerado o hasta fomentado por los sucesivos imperialismos portugués, otomano, holandés, británico y norteamericano. El contexto explica que no se identifiquen bancos y empresas “privadas” en aprietos.

No obstante, este año y hasta el viernes las bolsas locales cedieron bastante menos que en otras áreas: 19,5% (Kuwait), 25,5% (Abú Dhabi), 47,7% (Dubai) y 50% (Saudiarabia).

Por supuesto, lo de Estados Unidos es otra cosa o, mejor dicho, más de los mismo. Este martes, la RF comenzará a otorgar préstamos al sector privado, para apaciguar el mercado de deuda a corto plazo y no repetir las bajas de la semana pasada. Concretamente, se comprarán papeles comerciales de corto plazo (pagarés, se habría dicho otrora).

Docenas de firmas ya se han inscripto para recolocar en la RF deuda de hasta tres meses, aún no degradada por las calificadoras. Hay en el grupo ex firma de valores como Morgan Stanley (hoy banco comercial), la división neoyorquina de Unión des Banques Suisses (su matriz acaba de ser rescatada por el emisor helvético) o los departamentos financieros de General Electric, General Motors y Ford Motor.

Los intereses oscilarán entre 2% anual (0,5 sobre el redescuento) y 4%. Un considerable número de bancos y financieras pagarán esos tipo, dado que no encuentra demanda por sus papeles en un mercado contraído, donde hasta el “call money” es escaso. Días atrás, en efecto, los bancos que prestaban a entidades en apuros cobrando 5% anual por día. La masa de pagarés llega a US$ 1,3 billones y, claro, tarde o temprano recaerá sobre los contribuyentes… cuando George W.Bush ya no esté en la Casa Blanca.

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